Los bancos entonan el mea culpa: se ha olvidado nuestra razón de ser
Desde su punto de vista, este tipo de conductas se evita "con ejemplaridad" dirigida desde arriba, es decir, desde las personas que ocupan los puestos más altos de las entidades.
Dancausa, que en ningún momento ha citado nombres, entiende que este tipo de actuaciones "tiene mucho que ver con empresas sin dueño". Así, ha precisado que le parece "raro" que en compañías con accionistas y empleados no se rindan cuentas. En este sentido, ha circunscrito "el descrédito" al sector de las cajas de ahorros, aunque ha matizado que no todas fueron mal gestionadas.
No todos los bancos son iguales
La directiva ha insistido en que este descrédito "no es extrapolable" a los bancos que, a su juicio, han hecho una gestión "rigurosa y seria siempre". Sin embargo, ha advertido de que la batalla de las relaciones públicas la banca la tiene perdida y ha reconocido que, aunque en el pasado se hayan podido cometer errores, la reforma del sector y la legislación no ayudó.
"¿Se podía haber defendido mejor la banca? No lo sé. Creo que tampoco ayudó la legislación y cómo se hizo una parte de la reforma", ha sentenciado, y ha explicado que en aquel momento se difundió la idea de que todos los bancos eran iguales, de que todos habían hecho las cosas mal y que todos tenían problemas.
Dancausa entiende que ésa fue la raíz de la "mala reputación" de la banca, pero ha dicho que, poco a poco, las cosas cambiaron y se mostró que no todas las entidades eran iguales, que no todas habían cometido "algún tipo de barbaridad" y que tenían gestores "serios y solventes". "Pero esto es como en cualquier sector y diría que en cualquier familia", ha apostillado.
Ana Botín ha dejado claro que los banqueros perdieron el sentido de su trabajo
Ana Botïn ha hablado también claro en la Conferencia de la Banca Internacional. En su discurso ha dejado claro que los bancos se enfrentan a unos clientes cada vez más exigentes, nuevos competidores y nuevas tecnologías, que suponen tanto amenazas como oportunidades, un marco regulatorio global cada vez más complejo. La presidenta del Santander no se olvidó ante su auditorio de indicar una cosa más: la falta de confianza en los bancos es un hándicap ahora.
Ana Botín se dirigió al auditorio de la siguiente forma: "Permítanme que empiece con una cuestión sencilla que muchos de los que trabajan en banca a veces olvidan: ¿cuál es nuestra función? ¿cuál es el propósito de nuestro trabajo diario? "La respuesta dejó a más de uno en evidencia: "existimos para contribuir al progreso de las personas y de las empresas. Si cumplimos esta función, los bancos también progresaremos".
Botín sí considera que los bancos (en contra de lo que se dice ahora y de su imagen actual) están también para contribuir al crecimiento, generar riqueza, crear puestos de trabajo e invertir en las comunidades en las que desarrollamos nuestra actividad. "Si no cumplimos nuestra función —o nuestros esfuerzos se ven frustrados— no solo los bancos no prosperamos, tampoco lo hace la sociedad a la que servimos. Y aún peor, si fracasamos y no cumplimos con nuestra responsabilidad, si actuamos con negligencia, se destruye la confianza de la sociedad en los bancos".
Demasiados bancos perdieron de vista los verdaderos objetivos
"En mi opinión, demasiados banqueros perdieron de vista este objetivo en los años anteriores a la crisis económica. Y, como sector, perdimos gran parte de la confianza que la sociedad había depositado en nosotros. Para recuperar esa confianza debemos repensar cómo trabajamos, cómo hacemos las cosas, cómo nos comportamos con nuestros empleados, clientes, accionistas y con la sociedad".
(La Información)